El obispo de Huelva, José Vilaplana, anunció ayer que no habrá autorización canónica para celebrar el Sábado Santo un desfile procesional en el que iban a participar un total de 20 pasos de distintas hermandades de la capital, en un cortejo que cerraría el Santo Entierro.



El Obispado de Huelva ha parado en seco el proyecto del Consejo de Hermandades de una celebración extraordinaria con ocasión del Año de la Fe. Algo más de un mes ha tardado en manifestarse sobre un tema que está en la calle desde que el pleno del Consejo, que preside Antonio González García, lo abordó el pasado 3 de diciembre, cuando planteó a los hermanos mayores la celebración de un Santo Entierro Magno en la jornada del Sábado Santo. La buena predisposición manifiesta de las hermandades a esta iniciativa llevó a la junta del Consejo a continuar para hacer realidad el proyecto y abordar su aprobación definitiva tras el pleno a celebrar el próximo lunes día 14, cuando se conociera la predisposición a participar de cada hermandad con sus pasos. 

El Obispado de Huelva se adelanta y no autoriza esta procesión. Afirma en un comunicado que "desde hace tiempo y de forma inadecuada en el tiempo litúrgico de Adviento-Navidad viene apareciendo en la prensa y en otros medios de comunicación de Huelva la información sobre un posible Santo Entierro Magno en el Sábado Santo". Una noticia "no contrastada, puesto que a este Obispado no ha llegado, oficialmente, ninguna comunicación ni solicitud de aprobación al respecto". En este sentido y para evitar "que tal información confunda al pueblo cristiano", señala que el consejo de gobierno, presidio por el obispo, José Vilaplana Blasco, ha estudiado el tema en cuestión y una vez oídos a los párrocos de la ciudad a quienes les afecta directamente el tema, se informó a todo el clero de la Diócesis, reunido en convivencia el pasado día 27, "haciéndose saber que no habrá autorización canónica para celebrar en el Sábado Santo un Santo Entierro Magno". Las razones pastorales son las siguientes: 

Desde el punto de vista teológico y litúrgico, señala la nota, que el Sábado Santo "es tiempo de silencio celebrativo, de oración y meditación ante el sepulcro del Señor. No cabe, pues, introducir una praxis pastoral de una procesión en este sentido, aunque en algunas parroquias o lugares ya exista por una costumbre no adecuada al sentir litúrgico". 

Considera que el día propio para la manifestación procesional del Santo Entierro es el Viernes Santo. "Tal manifestación popular, en dicho día, responde, tanto al contexto litúrgico de la celebración de la Iglesia como al principio pastoral que ilumina teológicamente la jornada del Viernes Santo". 

Desde el punto de vista práctico, incide la nota, "la organización de tal procesión magna supondría un verdadero obstáculo para la preparación litúrgica, en las parroquias, de la Vigilia Pascual, que es la celebración clave y central de todo el Año Litúrgico. 

El último aspecto hace referencia a la crisis económica que vive la sociedad actual: "Teniendo en cuenta la situación de austeridad, que exige nuestra realidad social hoy, sería un antitestimonio cristiano realizar nuevos gastos en la puesta en marcha de tal procesión, puesto que serían gastos innecesarios, cuya supresión no afectaría a la manifestación religiosa de la Semana Santa en su forma ordinaria".