Todo ocurrió de forma absolutamente repentina en torno a las nueve de la noche. De forma imprevista, un individuo que había asistido a la eucaristía sentado en la primera fila se dirigió hacia el camarín, como hacen muchos fieles con la intención de besar el talón de la imagen. La talla está protegida por un cristal y una barandilla. El detenido, que llevaba una mochila que tiró al suelo, se acercó al camarín por la parte izquierda del altar, al contrario de lo que es habitual. Entonces, se subió apoyándose en la referida barandilla y comenzó a zarandear a la imagen hasta en tres o cuatro ocasiones. Luego le propinó una patada de rabia al ver que no podía tumbar a la imagen.
El movimiento provocado al Señor como consecuencia de los golpes provocó que el propio agresor perdiera el equilibro sobre la peana, cayendo al suelo y arrancando de su sujeción el brazo derecho de la Imagen. El hermano D. J.C. del C., que providencialmente había accedido al camarín en el momento del atentado, lo redujo impidiendo que continuará su agresión, siendo ayudado posteriormente por personal de la Hermandad y público que previamente había asistido a la Eucaristía, entre los que se encontraban dos policías nacionales como feligreses.

_________________________EXCLUSIVA
El autor del ataque al Señor del Gran Poder es un funcionario de prisiones destinado en la cárcel de Huelva que llevaba varios días sin acudir a su trabajo. La Policía Científica está analizando un macuto que tenía en su poder para tratar de esclarecer los motivos que le levaron a cometer esta agresión.

El detenido permanece en las dependencias de la comisaría de la Policía Nacional en el distrito Centro, en la Alameda de Hércules, donde se le está tomando declaración antes de que este martes pase a disposición judicial como presunto autor de un delito contra el patrimonio histórico artístico por el que podría ser castigado con una pena de hasta tres años de prisión.
De este modo, el artículo 323 del Código Penal indica que "será castigado con la pena de prisión de uno a tres años y multa de 12 a 24 meses el que cause daños en un archivo, registro, museo, biblioteca, centro docente, gabinete científico, institución análoga o bienes de valor histórico, artístico, científico, cultural o monumental, así como en yacimientos arqueológicos".
Esta secuencia fue confirmada anoche por los investigadores de la Policía Nacional que se desplazaron hasta la basílica tras visionar en un monitor de la sacristía el vídeo recogido por las cámaras de seguridad de las que dispone del templo. "Es un hombre muy fuerte, que comenzó a maltratar al Señor, de imprevisto, sin apenas darnos cuenta después de la bendición que dio el párroco", relató un testigo.

Algunos de los fieles se dirigieron hacia el camarín para proteger la imagen y otros salieron nerviosos del templo incrédulos por lo que acababa de ocurrir. "Ese hombre quería tirar al suelo al Gran Poder, pero no lo logró porque el Señor está anclado", añadió otra de las testigos. De hecho, la imagen tiene un vástago que lo deja anclado a su peana y le aporta estabilidad, un elemento clave para que anoche la talla no cayese al suelo.
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El imaginero comprobó anoche que los desperfectos no se podían reparar sobre la marcha y que necesitarían de unos trabajos más intensos. El Señor ha sido trasladado a la sala del coro de la basílica donde Álvarez Duerte lo está interviniendo.

En este sentido, el Hermano Mayor de la Hermandad manifestó que "el verdadero problema" que surge tras estos hechos consiste en plantearse "tomar medidas de seguridad" para evitar situaciones similares "en un futuro", manifestando que en la Hermandad del Gran Poder tendrán que hacer "una reflexión tranquila" para decidir "qué se va a hacer". No obstante, afirmó que de momento, y "provisionalmente", van a mantener cerrado el camarín e, incluso, incrementarán su seguridad hasta que se decidan otras medidas.

Sobre los hechos indicó, tras visionar las imágenes grabadas desde la cámara de seguridad de la Basílica, que la persona que perpetró los hechos "estaba en misa y justo a su fin subió al camarín aparentando que iba a darle un beso al Señor o a rezar, como suben tantas miles de personas" para el besapies, a lo que sumó que en su caso "lo que hizo fue saltar la barandilla, subirse a la peana y empezar a agredir" la imagen del Gran Poder.

El Señor del Gran Poder será repuesto al culto en un par de días, tiempo que necesitará Luis Álvarez Duarte para restaurar los desperfectos ocasionados por el hombre que en la noche del domingo agredió a la imagen.


Mirada Cofrade, al pie de la noticia