"La ciudad estará ya vestida de luces. En un abrir y cerrar de ojos se habrá despojado de ingenios, que yacerán tristes, secos sobre muebles de memoria. Su piel, ya luminosa, se irá aclarando, primero con relente, después a base de fotones. Perderá ese ungüento aceitoso que las Santas Mujeres amasaron con polen de flor de naranjo y un viejo limonero del huerto de Demófilo. Así, desde los ramos, la Vida se ha venido diciendo Pasión, tomando la parte por el todo. En el epílogo, la Vida vuelve a llamarse Vida. Perfecto. Más luego morirá la metonimia, a nuestro pesar."



Antonio Cattoni

La Semana de Pasión, por fin ha llegado...