Tras cinco meses en el taller del restaurados linarense Miguel Ángel Salas, la imagen del Cristo Yacente vuelve a la parroquia de San Francisco con una imagen renovada de su policromía, «una medida necesaria y muy esperada» por los hermanos de la Cofradía del Santo Entierro, como apunta la hermana mayor, María Isabel torres.


El trabajo de Miguel Ángel Salas ha dado como resultado una imagen de un mejor aspecto, tal y como era «originalmente la escultura», que ha gustado, y mucho, a los miembros de la hermandad. Un más que agraciado donativo por parte de uno de los hermanos ha hecho posible cumplir este 'sueño' que ha contado con una inversión de un total de 3.600 euros, con los que el restaurador linarense ha conseguido recobrar el resplandor de una imagen muy deteriorada tras más de 50 años en la ciudad.

«La restauración ha sido pagada íntegramente por un hermano, mientras que el resto de los donativos servirán para renovar los candelabros, en los que aún estamos trabajando», adelanta María Isabel Torres.
Antes

Después

Antes Después

La policromía ha sido el elemento que ha necesitado una mayor renovación. «La imagen mostraba sobre todo problemas en la policromía, que estaba casi desaparecida en un 60 ó 80 por ciento, ya que en la capilla está muy cercana a la gente y se suele tender a tocarla.

Además, mostraba gran suciedad, ya que las imágenes horizontales reciben más polvo, pero los ensambles están muy bien y la conservación es buena», ha asegurado Miguel Ángel Salas.

Ya en la próxima Semana Santa la imagen del Cristo Yacente será acompañada por unos nuevos candelabros. «Es un pequeño esfuerzo más de la cofradía para evitar que la imagen se vea dañada por la suciedad de las velas», manifiesta la hermana mayor, quien apunta que el deseo de la junta directiva es continuar con la restauración de las imágenes de la cofradía, aunque de momento habrá que esperar a conocer si existe presupuesto para ello.