Pasa una nueva Semana Santa, una Semana Santa completa en la que muchos hemos podido disfrutar como hacía años no podíamos hacerlo debido a las inclemencias meteorológicas.

Fuera aparte de eso, esta mañana nos sorprendían con dos noticias que no nos gustaría que pasasen pero que aun así no dejan de suceder.

Esta entrada la creo para que seáis testigos de lo que la gente puede llegar a hacer por ignorancia y prepotencia. Espero con estas líneas que reflexionéis con las actitudes de algunas "personas" que podrían haber estado a vuestro lado en situaciones parecidas.

DIARIO DE CÁDIZ. De nuevo posturas diferentes entre cofrades de una misma corporación y por asuntos relacionados con esa corporación termina en los juzgados. En este caso, la Sagrada Cena de Cádiz es la hermandad que asoma en el trasfondo de los lamentables hechos ocurridos esta semana, justo en plena resaca de Semana Santa. El hermano mayor, José María Caro, y el director de la agrupación musical, Adán Diéguez, han protagonizado un cruce de denuncias que terminó en la mañana del martes con la celebración de un juicio rápido que está pendiente de sentencia.

Los hechos -que ambos resaltan que se producen a título personal, y no en el ejercicio de sus responsabilidades cofradieras- tuvieron lugar en la noche del pasado lunes. A la finalización de la junta de gobierno que hizo balance sobre la procesión del Domingo de Ramos, un grupo de personas aguardaba en la calle, donde se produjeron los incidentes que acabaron con las denuncias de Caro y Diéguez. “Me amenazó, intentó agredirme y sufrí vejaciones. Entonces interpuse la denuncia”, explicaba ayer Caro, que indicaba que “no vamos a permitir esto”, en referencia a ese tipo de actuaciones. “Hay ciertas personas que quieren arreglar las cosas a golpes y con insultos. Y no lo vamos a permitir. La hermandad lleva una línea muy positiva y no podemos consentir este tipo de actuaciones”, añadía el hermano mayor, que apostillaba que ya el mismo Domingo de Ramos hubo un intento de agresión por el mismo denunciado a un miembro de la junta de gobierno, al término de la procesión.

Por su parte, el responsable de la agrupación musical -que en la procesión del Domingo de Ramos hizo estación como cargador del único paso- informaba ayer que él también denunció a Caro, en este caso“por insultos y faltas al honor“.

Este cruce de denuncias y los desagradables hechos de la noche del lunes vienen motivados por una accidentada procesión del Domingo de Ramos donde al parecer hubo un ‘choque’ entre la junta de gobierno y la cuadrilla por la manera en que una y otra parte entendía que debía andar el paso de misterio.

La disparidad de criterios ha acabado con el fin de la actividad de la cuadrilla de cargadores, que según matiza José María Caro no ha sido destituida, siendo el capataz (Francisco Javier Baena, que se estrenaba este año tras la marcha de Juan Antonio Gomila) el que presentó en la junta de gobierno del pasado lunes su dimisión al frente del colectivo.

De hecho, la propia cuadrilla difundía ayer un comunicado en el que anunciaban su marcha después de doce años bajo el paso de misterio de La Cena, motivado por “continuas desavenencias con algunos componentes de la junta de gobierno de la cofradía” y por sentirse “ninguneado, menospreciado y estafado” como colectivo.

Y al adiós de la cuadrilla del misterio de esta corporación podría sumarse en los próximos días el del acompañamiento de la agrupación musical. Sobre este asunto, Adán Diéguez indicaba ayer que van a mantener una próxima reunión con los componentes para tomar una decisión oficial. Decisión que todo apunta que pasará por no seguir acompañando al Señor de la Cena el Domingo de Ramos o en los traslados con motivo del Corpus.

Sobre este asunto, conviene señalar que esa ‘separación’ de la agrupación y la hermandad no implicaría que los músicos tuvieran que modificar su nombre, su uniforme ni nada de eso. Tanto el director de la agrupación como el hermano mayor de La Cena aclaraban ayer que la formación tiene personalidad jurídica propia “y no tenemos ninguna vinculación con la hermandad, ni ningún convenio ni nada de eso”. “Vamos porque queremos”, apostillaba Diéguez, que indicaba que la formación mantendrá -pase lo que pase con La Cena- todos sus contratos y compromisos con absoluta normalidad. Precisamente, la banda gaditana participará este domingo en la procesión del Resucitado que organizará la parroquia de San Antonio.

Así las cosas, y a la espera de las decisiones (tanto judiciales como cofradieras) que puedan tomarse en los próximos días, Caro ha insistido en desvincular a la hermandad de las denuncias presentadas. En el plano cofradiero, si se confirma la más que aparente desvinculación de la agrupación musical, La Cena tendrá que buscar cuadrilla y acompañamiento musical nuevos, después de muchos años, para la próxima Semana Santa.


ANDALUCÍA INFORMACIÓN. El Domingo de Ramos dejó estampas imborrables para la memoria de los cofrades, que pudieron disfrutar de un día a pleno sol con cuatro cortejos en la calle bien plantados desde la Cruz de Guía hasta el último componente de la banda. Pero también dejó episodios dignos de comentar por lo penoso de la situación y, sobre todo, de olvidar. 

Esas escenas se produjeron al paso de Nuestro Padre Jesús del Amor Despojado de sus Vestiduras, y el motivo no es otro que su estilo particular de cargar el paso. Al parecer, una razón para escupir al Señor desde un balcón de la Plaza de Candelaria, golpear al capataz, empujar y poner zancadillas a los cargadores con el consiguiente riesgo que esto entraña para la integridad de las personas que estaban viendo el paso en la calle Novena, además de insultos e improperios hacia la junta de gobierno.

El hermano mayor de la Corporación del Domingo de Ramos, Luis Manuel Rivero, rehusó a entrar en polémicas, asegurando que se siente “muy orgulloso” del comportamiento de su hermandad en la calle. En este sentido, indicó que seguirán como hasta ahora, “porque así lo quieren los hermanos, de los que no he recibido ninguna queja, todo lo contrario”.

Desgraciadamente, no es la primera vez que se viven escenas de este tipo en la Semana Santa de Cádiz. Ayer sin ir más lejos la Archicofradía de la Palma tuvo que soportar como un grupo de personas empezaron a gritar al paso de la Virgen de las Penas: “Estamos en Cádiz”, a lo que otro grupo de personas respondió: “Si no os gusta, no vengáis a verlo”. Lamentable que se dé esta imagen de nuestra Semana Santa.