El arzobispo de Sevilla, monseñor Juan José Asenjo, señaló ayer durante la visita al pregonero, al referirse a la posibilidad de que pueda llover el domingo, que «si el tiempo no nos favorece tendremos que aceptarlo humildemente».

«A lo mejor —enfatizó el prelado—, esta circunstancia nos sirve para rebajar nuestros humos y así crecer en humildad, demostrándonos el Señor que nuestros proyectos y anhelos necesitan siempre de la ayuda de Dios», a la par que dijo que habrá que aceptarlo «como algo que el Señor permite para nuestro bien».

En todo caso, dijo que «mantengo la esperanza de que puede celebrarse y se lo pido fervientemente al Señor».

A medida que pasan las horas y se consultan las previsiones meteorológicas va cundiendo el desánimo y se va perfilando con mayor fuerza la posibilidad de que el Vía Crucis del Año de la Fe no pueda celebrarse tal y como está diseñado, con catorce pasos en la calle, y que el ejercicio piadoso se traslade al interior de la Catedral, manteniendo lecturas, rezos y música de coro.

Con los ojos puestos en el cielo y en las webs especializadas en la información meteorológica, que ayer registraban posibilidades de hasta un 80 por ciento de lluvia, los cofrades esperan un cambio en las tendencias. Pero va a ser difícil. Según el metereólogo de ABC de Sevilla, Juan Algar, el tiempo estable que estamos viviendo hoy viernes, con cielos poco nubosos, despejados y temperaturas suaves, empezará a dar su mala cara el sábado, como anticipo al cambio que se avecina. Mañana habrá más nubosidad y temperaturas en ligero descenso. Y todo apunta a que el día del Vía Crucis, con el paso de un frente, la jornada se malogrará. Los cielos muy nubosos que dejarán precipitaciones sobre todo a mediodía son predicciones claves para que las catorce hermandades participantes se arriesguen a poner sus pasos en la calle. En este caso, no habrá, o no debe haber, juntas de gobierno atrevidas que desafíen el tiempo en espera de un hipotético cambio que se lleve la lluvia lejos de Sevilla.

El «Plan B» está claro al menos en un sentido: el ejercicio piadoso se celebraría en el interior de la Catedral, a la misma hora, las seis de la tarde, y con el mismo programa de lectura de los sagrados evangelios, la meditación y la oración en cada una de las catorce estaciones y permitiendo el acceso a todos los fieles.

«El Vía Crucis, como ejercicio piadoso se va a hacer sí o sí», dijo ayer a ABC de Sevilla el presidente del Consejo de Hermandades y Cofradías, Carlos Bourrellier, lamentándose de que la lluvia, probablemente, impida el disfrute de los pasos en la calle y después de tanto esfuerzo por parte de las corporaciones para participar en esta convocatoria eclesial y diocesana del arzobispo, monseñor Juan José Asenjo, en el marco del Año de la Fe.

De celebrarse finalmente el Vía Crucis en el interior de la Catedral sin imágenes, las catorce estaciones estarán presididas por catorce cruces de penitencia de la Hermandad de Santa Cruz, templo que se encuentra muy cercano a la Seo, según indicó Francisco Vélez, uno de los responsables de la organización.

Otras cuestiones son la presencia del Lignum Crucis de la Hermandad de la Vera Cruz, que en el diseño en la calle, ocupará un altar en la puerta del Palacio Arzobispal, y de la Cruz de Guía de la Hermandad del Silencio, que encabezará el cortejo.